Funcionarios israelíes han rechazado los dichos de Siria, que afirmaba que los rastros de uranio encontrados en el sitio bombardeado en Siria provenían de municiones israelíes, reportó ayer Reuters.

Israel destruyó, según reportes, una estructura en el desierto de Siria en 2007, sin embargo, Tel Aviv nunca ha confirmado o negado su participación. Oficiales de inteligencia de los Estados Unidos ofrecieron evidencia, meses después, de que el establecimiento era un reactor incompleto diseñado para la producción de plutonio para armas nucleares.

Inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica visitaron el sitio el pasado junio, luego de que Siria demoliera el edificio en ruinas y construyera una nueva estructura en el mismo lugar. Los inspectores tomaron muestras del suelo que luego exhibieron diminutas trazas de uranio procesado. Oficiales sirios han negado que el sitio fuera un establecimiento nuclear y afirman que el uranio llegó de las municiones israelíes que lo destruyeron.

Israel, sin embargo, negó este año en silencio esta posibilidad, de acuerdo con Reuters. “Nuestro Embajador en la OIEA les dijo, esencialmente, que no existe posibilidad de que el uranio encontrado en el sitio pudiera tener origen en la Fuerza Aérea de Israel” contó a Reuters un oficial israelí.

“La respuesta, como yo la entendí, básicamente dijo, ‘No fuimos nosotros,” agregó un diplomático occidental de alto nivel. “No fue una respuesta detallada … La naturaleza de la respuesta no es muy sorprendente.”

El Director General del OIEA, Mohamed ElBaradei, espera presentar los últimos resultados de la investigación en febrero, antes de la próxima reunión de la Junta de Gobernadores del Organismo.

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