Desarme nuclear. El análisis de América Latina frente al peligro de un ataque nuclear. Reportaje a Irma Argüello referido a la visión de la Fundación respecto de los riesgos nucleares globales. 

Agencia Télam
Iván Gajardo Millas

Lunes 9 de junio de 2008

Una ataque nuclear en cualquier lugar del planeta produciría un desequilibrio del cual Latinoamérica no estaría ajena, a pesar de que lo percibamos como una realidad lejana, según sostienen en la Fundación No-proliferación para la Seguridad Global (NPSGlobal), la primera de su tipo en la región. "No importa donde se produzca este eventual ataque, ni si se produce con armas nucleares o de destrucción masiva (químicas, biológias o radiólogicas)", la seguridad regional estaría gravemente comprometida por ese hecho, subraya la presidenta de la organización, Irma Argüello. Argüello, entrevistada por Télam, explicó que la proliferación nuclear es un tema de "múltiples perspectivas y complejas interacciones" que hay que entender desde dos puntos de vista. En primer lugar, desde la perspectiva de los países, es decir desde el concepto estado-estado y el riesgo que deriva de que un estado posea armas nucleares, pero también desde el punto de vista de este nuevo actor no estatal que es el "terrorismo".

Por otro lado, y atentos a este riesgo inminenente -insiste Argüello- "ciertas decisiones que se van a tomar en los próximo años -referidos a la seguridad internacional- pueden redundar en restricciones a los usos pacíficos de la energía nuclear", tema sobre el que la Fundación viene trabajando desde hace años.

Tal es el caso del enriquecimiento de uranio ,y en tal caso, "la discusión nos incumbe plenamente ya que esas decisiones podrían limitar el desarrollo nuclear de nuestros países", agrega la entrevistada.

El Tratado de no-proliferación nuclear -firmado por primera vez el 1 de julio de 1968 y que restringe la posesión de armas nucleares- será revisado en el 2010, y deberá definirse la situación de los estados que sin haberlo firmado, igual poseen armas nucleares de hecho, como India, Pakistán e Israel.

El Tratado sólo autoriza a cinco países la posesión de armas nucleares: Estados Unidos (firmante en 1968), Reino Unido (1968), Francia (1992), Unión Soviética (1968, sustituida en la actualidad por Rusia), y la República Popular de China (1992).

Sin embargo, "Argentina tiene un desarrollo nuclear avanzado, de modo que frente a una inminente situación de escasez energética, éste puede llegar a constituir un aspecto estratégico vital", explica Argüello.

Nuestra región debe en consecuencia analizar cuáles de las diferentes opciones que tiendan a plantearse en el tablero internacional y en la revisión del Tratado en el 2010, pueden llegar a afectar los desarrollos pacíficos de la energía nuclear, concluye.

Por tal razón hace hincapié en lo que califica como un "renacimiento nuclear", caracterizado por el hecho de que va a haber muchos nuevos países que por razones ambientales y de imprevisibilidad de los combustibles, entre otras, van a requerir incorporarse a este este esquema.

Con el propósito de debatir sobre estos temas, NPSGlobal desarrollará mañana el Seminario "Desarme y No-proliferación en el renacimiento nuclear", a realizarse en el Auditorio de la Universidad del CEMA, en Buenos Aires.

Sus ejes temáticos girarán en torno a las iniciativas de desarme y no-proliferación, las aristas e intereses, en el escenario nuclear actual, su importancia estratégica en el balance de poder global, e incluirá un panel específico sobre la realidad regional que abordará los desafíos futuros para el la cooperación nuclear entre Argentina y Brasil.

Consultada sobre el caso de Irán, país que mantiene un prolongado litigio con Naciones Unidas, precisamente por desarrollar un proyecto nuclear, pacífico según las autoridades de Teherán, pero sospechado de perseguir fines militares, Argüello fue contundente: "El problema de Irán son los mensajes contrapuestos. Afirma que su desarrollo nuclear persigue fines pacíficos, pero anuncia que quiere hacer desaparecer a un país (Israel) de la faz de la tierra", explica.

Y agrega que Irán "tampoco respeta los compromisos internacionales a través del sistema de salvaguardas", entonces "más que el hecho de que no tengan derecho a desarrollar un plan nuclear , el problema son los dobles mensajes que producen preocupación en el ámbito internacional." (Télam).-

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